La opción de la confianza

La opción de la confianza siempre sucede en lo más profundo del corazón. Nuestros actos son consecuencia de lo que hayamos decidido interiormente: si nos fiamos de nuestras fuerzas o de Dios.

La parábola del rico y del pobre Lázaro nos sitúa ante una pregunta fundamental: ¿en quién ponemos nuestra confianza?

La Cuaresma es un don de Dios. Tendríamos que aprender de  las lecciones que nos va dando. Cuando seguimos​ el buen camino y nos apoyamos en el Señor, somos mucho más felices y nuestra vida es fecunda. Cuando perdemos el centro y  apoyamos en otras cosas que no eran la voluntad de Dios, siempre hemos tenido que arrepentirnos después.

Seria interesante pararnos a pensar hoy junto a Jesús en qué cosas, personas, valores, estoy poniendo mi confianza. Si están cerrando mi corazón,como al del rico de la parábola y no me dejan ver las necesidades de los demás.

Pidamos al Señor que nos ayude a abrir los ojos y el corazón a las necesidades de quiénes nos rodean y que nuestra caridad sea siempre concreta y solidaria.

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