La transparencia de la humildad

Jesús no habla en nombre propio, habla en nombre del Padre. Quiere llevarnos a descubrir a Dios. Hoy alguien se acercó a mí, me preguntó si era creyente, al responderle afirmativamente me dijo que él no era, pero mi pidió que rezara por él. A veces me pregunto si en mi hablar, en mi actuar cotidiano soy transparente, y dejo que los demás le vean a Él. Ojalá el interrogante que suscité hoy no se quede en una anécdota. Jesús, es luz. Ilumina lo oscuro de nuestra vida, aclara el horizonte, cuando las sombras no nos dejan ver más allá que la incertidumbre. El deseo de Jesús, es que le acojamos, pero siempre dejándonos libertad para elegir. Sin imponer. Jesús, quiere que caminemos en la luz, solo en ella está la felicidad. Así, cuando otros nos miren, le vean a Él. Concédenos caminar sin doblez, en la transparencia que solo da la humildad.