Todos tenemos algo de Jonás
Pensaba en cuántas veces esperamos una señal de Dios, que responda a nuestra petición o que confirme lo que tanto anhelamos. Todos llevamos dentro ese inseguro y lleno de miedos que fue Jonás al principio.
A veces es difícil entender a Dios, por eso, en muchos momentos de nuestra vida, quizá no nos venga mal, tomarnos esos "tres días" en el vientre del pez, aunque esté oscuro, para madurar nuestra fe y aceptar con confianza aquello que nos pide, aunque pueda parecernos una locura.
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