El encuentro más grande de la vida

Todo verdadero encuentro con Jesús cambia la vida. Bartolomé pasa de una actitud escéptica a una rendida confesión de fe.

Bartolomé, un buscador de la verdad, intuye que aquel hombre puede colmar sus expectativas.

Y es que Dios siempre supera toda expectativa, todo deseo. Si le dejamos entrar en nuestro corazón, a fondo, diríamos con el Apóstol : Tú eres el Hijo de Dios. Y considerarí amos un privilegio servir al Señor durante toda nuestra vida.

Frente a tanta propuesta de felicidad que se nos ofrece, sólo Cristo es la respuesta verdadera, que no sólo no engaña, sino que colma más de lo que esperamos. Esta certeza debe reflejarse en una vida vivida de veras. El cristianismo es la religión de la alegría y no puede producir personas insatisfechas.

El mundo necesita la certeza de nuestra fe, la seguridad de que hemos elegido la mejor parte, la confianza de quien camina sin volver los ojos atrás, sino mirando hacia el futuro que Dios nos promete a todos.

Pidamos al Señor que afiance en nosotros la fe con la que Bartolomé se entregó sinceramente a Cristo.

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