La fuerza de tu Palabra

Ser "pescador de hombres" a algunos puede sonarles mal. Pero Jesús no está hablando aquí de hacer proselitismo, sino de algo más hermoso, ofrecer de parte de Dios la buena noticia del amor.
Quizás hoy sea un buen momento para pararnos a recordar el origen de nuestra vocación. Sí, hoy, en medio de los planes para el nuevo curso, los nuevos proyectos o la rutina de los de siempre. Quizá en él no hay una "pesca milagrosa ", pero seguro que en cada uno de nosotros late esa firme convicción de que vale la pena "dejar para seguir " y colaborar con Él en la salvación del mundo.
Pasarán ante nuestros ojos días de fecundidad y noches estériles, llegando a un hoy más confiado en la fuerza de la palabra de Cristo.
Que María, nuestra Madre, nos ayude a no tener miedo de ir siempre mar adentro.

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