Adviento, tiempo de más
Las lecturas de hoy nos sitúan ante una alternativa. ¿Sabemos leer los signos de los tiempos?¿sabemos distinguir la presencia de profetas y de Jesús mismo en nuestra vida? ¿y,más aún, la aceptamos?
Todos conocemos personas que nos dan testimonio de Cristo y de su Evangelio, que nos demuestran que es posible vivir las bienaventuranzas
Quizás nos pueda pasar como a los apóstoles, que esperábamos un Mesías distinto y nos sentimos un poco decepcionados, porque Jesús y su mensaje no encajan con nuestros planes. Y desconectamos, viviendo un Adviento simplemente de dejar pasar los días.
Estamos terminando la segunda semana de Adviento. Y a estas alturas ya nos hemos dado cuenta, que es algo más que cambiar los cantos, poner la corona, etc. Adviento es prepararnos, en su sentido más auténtico, para la venida de Jesús a nuestras vidas. Ese es el gran don de la Navidad.
Pidamos al Señor, "que amanezca en nuestros corazones tu Unigénito, y su venida ahuyente las tinieblas del pecado y nos transforme en hijos de la luz". Dejemos que Dios cambie algo en nuestra vida en este Adviento.
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