No tenemos otro encargo que el del amor

Siguiendo la carta de Juan, el amor a los demás podría ser el fruto esperado de la celebración de esta navidad. No tenemos otro encargo de Jesús que el del amor.

En el comienzo de un nuevo año podríamos preguntarnos cómo va nuestro amor al hermano. Si nuestro amor es sólo de palabras o también actúa. Y, si hablamos del hermano, ¿cómo lo hago? Hay palabras que hieren, silencios que dañan. ¿Cómo cuido al hermano en este sentido?

La escena evangélica de Felipe y Natanael nos puede iluminar. Felipe comunica a Natanael la noticia de su encuentro con Jesús.  Aunque recibe una respuesta un poco despectiva, van juntos a donde está Jesús.

Quizá, como a Felipe, a nosotros también se nos presentan ocasiones para testimoniar a Aquél en quien creemos. Hay muchos que esperan una palabra de esperanza, de consuelo, de ayuda para superar algún prejuicio.

Pidamos al Señor, que nos ayude a vivir una vida de amor entregado; que en cada Eucaristía vayamos aprendiendo de Él, que se entrega por todos, a ser personas entregadas en servicio de nuestros hermanos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Adviento, tiempo de humildad

Como en tiempo de José