Al amigo se le conoce en las pruebas

Hoy leemos un pequeño tratado sobre la amistad. Al amigo se le conoce en las pruebas, «hay amigos que acompañan a la mesa y no aparecen a la hora de la desgracia; cuando te va bien, están contigo, cuando te va mal, huyen de ti».

En la amistad también entra la fe: «un amigo fiel no tiene precio... el que teme a Dios lo alcanza, su camarada será como él». Cuando los amigos comparten también su fe en Dios, los lazos son muchos más sólidos.

La amistad es una de los mayores tesoros que tenemos. Es una medicina para nuestros momentos de dolor. Todo se nos hace más fácil cuando lo podemos compartir.  El saber ser amigos, saliendo de nosotros mismos, para buscar el bien del otro, es algo que no tiene precio.

Un cristiano tiene un amor universal. En su camino de seguimiento va ensanchando el corazón queriendo a todos, aceptándolos, interesándose por ellos. Pero,al igual que el Maestro,conjuga todo eso con la amistad con personas concretas,sabe ser buen amigo, de esos que están siempre, especialmente en las horas bajas.

Pidamos al Señor que nos haga capaces de amistad.

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