El alimento de la Vida
Esteban, da testimonio valiente de Cristo Resucitado y Victorioso.
También nosotros somos invitados a vivir la Pascua,imitar a Cristo no sólo cuando las cosas van bien, sino también en la entrega a lo que cuesta y en el perdón de nuestros enemigos; ese doble movimiento Pascual, que es muerte y vida.
También nosotros somos invitados a vivir la Pascua,imitar a Cristo no sólo cuando las cosas van bien, sino también en la entrega a lo que cuesta y en el perdón de nuestros enemigos; ese doble movimiento Pascual, que es muerte y vida.
En el evangelio, la gente pide «signos» a Jesús. Todo el discurso siguiente va a ser como una homilía en torno al tema del pan: el pan que multiplicó Jesús el día anterior, el maná que Dios dio al pueblo en el desierto, y el Pan que Jesús quiere anunciar. Quiere hacerlos pasar de la anécdota del milagro a la categoría del «yo soy el pan de vida».
Jesús es el Pan de la vida, el que nos da fuerza para vivir. El Señor, Glorioso y Resucitado, se nos da él mismo como alimento de vida.
No tendríamos que conformarnos con saciarnos nosotros de ese Pan. Pidamos al Señor, saber ser nosotros pan partido para los demás, anunciemos sin miedo al que sacia todas las hambres que podamos sentir.
No tendríamos que conformarnos con saciarnos nosotros de ese Pan. Pidamos al Señor, saber ser nosotros pan partido para los demás, anunciemos sin miedo al que sacia todas las hambres que podamos sentir.
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