Enviados y corresponsables

Pablo y Bernabé regresan de su primer viaje misionero, recorriendo en orden inverso las ciudades en las que habían evangelizado y fundado comunidades, hasta llegar a Antioquía, de donde habían salido. Nombran presbíteros orando sobre ellos, ayunando y encomendándolos al Señor. Llegados a Antioquía de Siria dan cuentas a la comunidad, que les había enviado a su misión.
Aprendamos de este modelo de misioneros, de su sentido de comunidad, de su sentirse enviados y corresponsables. Y también de la comunidad que envía y después acoge y escucha al que llega.
En el Evangelio de hoy, Jesús, promete a los suyos la paz, una paz y una seguridad que vienen de su íntima unión con el Padre
Cuando vivimos momentos de desasosiego, ser conscientes de que Jesús está presente activamente en nuestra vida es fuente de serenidad interior.
Repitamos hoy,en nuestro interior la palabra del Señor: «no tiemble vuestro corazón ni se acobarde». Y acojamos la paz que nos trae el Resucitado.

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