Nunca nos dejas solos

El texto de Hechos que leemos hoy podría servirnos de revisión de  este curso que estamos terminando.
Hemos contemplado a Pablo estos días, su entrega a la evangelización, su creatividad, su dejarse conducir por el Espíritu, se servicio generoso a las comunidades que iba formando.
¿Se podría decir lo mismo de nosotros este curso?¿Lo hemos vivido con entusiasmo, radicalidad, entrega generosa y dejando actuar al Espíritu?¿Hemos trabajado por nuestra causa o por la del Señor?
También Jesús en el Evangelio resume la misión que ha cumplido: la voluntad del Padre.
En su oración pide la plenitud de su misión y la vuelta al Padre. Ora por los suyos, en una oración llena de amor e intimidad con el Padre y por los suyos,los que van a quedar en el mundo. También nosotros estamos incluidos. Él sabe de las dificultades del camino, por eso pide la ayuda del Padre, nos promete su presencia y nos da su Espíritu como maestro y abogado.
No nos sintamos solos, ni cedamos a la tentación del desánimo. Él está.

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