Sintonizar con el dolor

Supongo que todos hemos escuchado la palabra "empatía", o nos hemos cuestionado hasta qué punto somos capaces de ponernos en "los zapatos" del otro. Entrando hoy en la escena del Evangelio, intentaba ponerme en la piel de ese hombre con el brazo paralizado, que se después de un encuentro, verá cambiada su vida para siempre. Sintonizar con el dolor sanado, con la esperanza renovada, me hace descubrir la invitación de Jesús a ir como Él acogiendo el dolor de los demás. Hay tantos que sufren a causa de la falta de verdadera compasión, y sobre todo de excesiva mirada estrecha. ¡Cuántas parálisis en nuestro mundo esperando escuchar, como aquel hombre, palabras de esperanza "extiende tu brazo"!

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