Suelo por el que caminar
Todos nos hemos encontrado algún tesoro en alguna ocasión. Esa persona, ese don especial, ese recuerdo del corazón que nos sostiene, que nos da seguridad, confianza en nosotros mismos, que nos da, de algún modo, "suelo" por el que caminar.
Y a ese tesoro le dedico tiempo, esfuerzo, lo valoro, de algún modo me pone en marcha, dota a mi vida de un sentido cuando me siento "baja", cuando lo demás "falla".
Esta tarde pienso en los "tesoros efímeros" que he perseguido en otros tiempos, y los comparo con la propuesta del Evangelio. ¡Qué tesoro tan distinto! ¡Qué belleza empezar a descubrir la bienaventuranza del Reino, la compasión, la verdad, la justicia, el Amor!
Hay un Tesoro por el que merece la pena "vender lo que se tiene", que cuando lo tienes en tus pequeñas manos, todo lo demás va alcanzando su justo valor en tu vida.

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