Ceniza, reflejo de la vida



Quizás uno de los mejores reflejos de la vida humana es la ceniza, frágil e inconsistente, ante la que basta un soplo para que se disperse y desaparezca. Quiero empezar la Cuaresma desde ahí desde ese reconocimiento de que yo también soy frágil, inconsistente, pequeña ante Dios y ante los hombres.


Leyendo el evangelio me fijo en ese inicial "para ser vistos por ellos". Los fariseos y escribas eran buenos y hacían obras buenas. Daban limosnas, oraban y ayunaban. Pero su bondad pendía del elogio y del aplauso de los demás. Hilo del que a veces es fácil depender. Ayúdame a estar atenta.

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