Un Dios hecho pan

"Es la palabra de la intimidad [...] equivale a decir : conozco tan bien tu pasado, tu presente y tu porvenir, me fío tanto de tu cariño, me encuentro tan a gusto junto a ti, te necesito tanto para mí gloria y me necesitas tanto para tu dicha, que no quiero vivir sin ti " (Beato Manuel González) En el evangelio de hoy encontramos tres tipos de llamada que hace Jesús a su seguimiento y que, en un primer momento pueden parecernos paradójicas. Las respuestas no debemos tomarlas al pie de la letra sino como un modo de expresar la urgencia del Reino. En el seguimiento no se nos permite instalarnos cómodamente, el Reino es una llamada a salir de nosotros mismos. No podemos dar largas a nuestro seguimiento, pues el Reino es una tarea siempre urgente. No debemos dejarnos distraer, sino poner siempre nuestra mirada en Dios y en la misión que nos confía. Pidamos a María que nos conceda ser fieles seguidores de su Hijo.

"Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén", ha terminado su predicación en Galilea, y sube a Jerusalén, hacia los grandes acontecimientos de su muerte y resurrección. En el camino irá enseñando a sus discípulos el estilo del seguimiento. Lo primero que se encuentran es el rechazo de los samaritanos. La reacción de los apóstoles es drástica y Jesús los tiene que corregir. Hoy podemos dejarnos interrogar sobre nuestra reacción cuando algo nos sale mal,o experimentamos el rechazo: ¿somos tan violentos como Santiago y Juan? La violencia, en cualquiera de sus múltiples facetas nunca es la respuesta. Jesús es mucho más tolerante. El juicio lo deja para más tarde. De momento, "se marcharon a otra aldea". Si en un lugar no nos escuchan, vamos a otra parte y seguiremos evangelizando, allá donde podamos. Sin impaciencias. Sin dejarnos hundir por un fracaso. Evangelizando, no condenando: "p...

Los Apóstoles discuten quién es el más importante. No han llegado a captar el mensaje de Jesús, que pasa por la entrega de uno mismo. También aparecen los celos de Juan ante uno que "no es de los nuestros " y echa demonios en nombre de Jesús. Quizá hoy podríamos preguntarnos si también somos de los que nos gusta "salir en la foto ".¿Hasta qué punto hemos entendido la enseñanza y el ejemplo de Jesús en cuanto al servicio? ¿Tendría que volver a ponernos un niño como modelo? Y, en cuanto a los celos, ¿cómo anda nuestro corazón?  ¿sabe alegrarse o reacciona con envidia ante el éxito de los demás? Pidamos a María que nos conceda un corazón pobre y humilde como el suyo para vivir la vida y anunciar el Reino con alegría y así ser testigos de la bondad de Cristo ante los hombres.

Jesús repite hoy el anuncio sobre su muerte y a los discípulos les daba miedo preguntarle sobre el tema. Quizá, como a ellos, nos despierta más admiración el Jesus de los gestos milagrosos, el de la profundidad de sus palabras,el de los detalles de ternura y cariño con los que sufren. Y el dolor, nos asusta, hasta el punto de no entender al Jesús que se entrega voluntariamente a la muerte para salvarnos a ti y a mí. Ser colaboradores suyos en la salvación de este mundo también exige su mismo camino, que pasa a través de la cruz y la entrega. Al participar en la Eucaristía, entramos en comunión de vida con el Señor, decidimos caminar en adelante conforme a los criterios del amor verdadero, que nos llevan a vivir en una entrega generosa, incluso de nuestra vida, por el bien de nuestros hermanos. Pidamos a María saber ser fieles al amor a Dios y al amor a nuestro prójimo, aceptando todas las consecuencias ...

"¿Qué saca el obrero de sus fatigas?",insiste hoy la primera lectura; poniendo ante nosotros la sensibilidad de un creyente que  mira a Dios, pero con los pies en la tierra. No es fácil discernir y nuestros pequeños o grandes errores suelen venir de ahí. En el evangelio encontramos una pregunta directa : y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Aquel día Pedro contestó en nombre de todos. Hoy se nos invita a ti y a mí a responder. Quizá nos digamos interiormente "claro que sé quién es creo en él, le sigo". Jesús añade a la confesión de Pedro el anuncio de su Pasión. Y un Mesías que va a la cruz les costó mucho entender a los Apóstoles. En esta etapa de mi vida, ¿quién es Jesús para mí? Puede ser un rato para orar sobre la evolución de la imagen que tengo de Jesús. Ese esús con quien comulgo en cada Eucaristía es "Cuerpo entregado po...

¿Para qué nos afanamos tanto y andamos con tantas preocupaciones por la vida, víctimas del estrés? ¿vale la pena? ¿no estaremos perdiendo el humor y la serenidad, calidad en nuestras relaciones  fraternas y en nuestra  acción misionera? Es interesante pararnos a pensar hoy, por un momento, si no estamos buscando la felicidad donde no está. Lo único que no pasa en nuestra vida es Dios. Hemos rezado con el salmo : "Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación... mil años en tu presencia son un ayer, que pasó". ¿Fijamos la mirada en Dios, que no cambia y da sentido a todo? Pidamos al Señor saber dar testimonio, con nuestra vida y nuestra palabra oportuna, de que Jesús es la respuesta plena de Dios a todas nuestras búsquedas.

La capacidad de demostrar misericordia, aun en medio de un profundo dolor personal, sólo puede hacerlo la gracia presente en el corazón

La aceptación de Jesús en nuestras vidas provoca cambios importantes, profundos. No es cuestión de saber mucho o poco de Él, sino de un radical cambio en nuestro estilo de vida. En el evangelio de hoy,  Jesús se define como el "Novio " y a los Apóstoles como los amigos del Novio; y una empieza a preguntarse si en su vida se nota que está de fiesta o aún no se nota la presencia del Salvador. La fe en Jesús es una novedad radical para nosotros, como lo fue para los apóstoles. No se trata de unos remiendos en el traje de siempre o de aprovechar el odre dónde guardamos ese vino viejo del que nos cuesta desprendernos. Jesús rompe moldes, y en la sensibilidad e ideología neo-pagana que nos rodea nos invita a unas actitudes nuevas, unos modos de pensar y obrar más a su estilo, meno superficiales. Pidamos a María que nos ayude a recibir el vino nuevo de su Hijo y a vivir en la alegría de la amistad con ...

Ser "pescador de hombres" a algunos puede sonarles mal. Pero Jesús no está hablando aquí de hacer proselitismo, sino de algo más hermoso, ofrecer de parte de Dios la buena noticia del amor. Quizás hoy sea un buen momento para pararnos a recordar el origen de nuestra vocación. Sí, hoy, en medio de los planes para el nuevo curso, los nuevos proyectos o la rutina de los de siempre. Quizá en él no hay una "pesca milagrosa ", pero seguro que en cada uno de nosotros late esa firme convicción de que vale la pena "dejar para seguir " y colaborar con Él en la salvación del mundo. Pasarán ante nuestros ojos días de fecundidad y noches estériles, llegando a un hoy más confiado en la fuerza de la palabra de Cristo. Que María, nuestra Madre, nos ayude a no tener miedo de ir siempre mar adentro.