Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2018

Siempre y tan solo nuestro sitio

Imagen
Los discípulos parecen no querer enterarse que Jesús sube a Jerusalén sabiendo que le espera la pasión. No es fácil seguir a un Señor que no persigue el triunfo. Jesús habla sin temor, con claridad, como buen maestro. Siempre responde planteando un interrogante en nuestro corazón. Pidamos al Señor, saber seguirle siempre aunque haya momentos en que tengamos que beber el cáliz de la incomprensión, la soledad, el paro, cualquier tipo de injusticia. Que busquemos siempre y tan sólo nuestro sitio, junto a Él.

Ser, no parecer

Imagen
Las palabras de Jesús nos recuerdan hoy cuántas veces caemos en la tentación del "primer puesto", cómo se nos cuela sutilmente ese gustillo por el que nos tengan en cuenta para algo. ¿Qué distinta es su propuesta!tenemos otro maestro y otras propuestas. Ser, no parecer aquello que no somos. Proponer, no imponer. Ofrecer ,no intentar dominar. Acompañar. Atrevernos a reconocer nuestros errores, que necesitamos ayuda y que no siempre lo tenemos todo claro.  ¿Sería quizás utópico pensar en una comunidad que no persigue primeros puestos, que reconoce a un solo Maestro, y a este como el Servidor de todos? Pidamos al Señor que nos haga expertos en amor al prójimo, que sepamos aprender de él en qué consiste ser humilde, a no querer sobresalir, a encontrar paz en la mirada del Padre que ve el corazón y no las apariencias.

Compasivos

Imagen
Nos dices que seamos compasivos como el Padre es compasivo. Una meta un poco alta. Para eso es necesario reconocer humildemente cómo nos has tratado, tu ternura, tu paciencia, tu misericordia... y hacer lo mismo en pura gratuidad. Nos invitas a no juzgar, a no condenar, a tomar la iniciativa en eso de hacer el bien, en pronunciar la primera palabra que construya y cree vida. Enséñame, Señor, de compasión.

Escuchar

Imagen
Hoy se nos regala un Evangelio lleno de luz. Una luz que nos invita a entrar en una especial intimidad con Jesús, que pretende hablarnos una vez más al corazón, desvelándonos su rostro de hijo amado. Nuestra única misión es escucharle. Dicho así puede resultar fácil, pero todos tenemos experiencia de que en nuestra vida hay muchas voces que compiten por acallar esa Palabra.  Dejémonos abrazar hoy por la presencia del Padre que nos envuelve en su ternura. Permitámosle decirle a nuestro corazón, a veces confundido, agotado, "tú eres mi hijo amado".  Situémonos, sin miedo, en ese lugar que es para nosotros montaña alta, ese lugar dónde fácilmente reconocemos su rostro y recibamos de Él Palabra resucitada.

La paradoja de tu lenguaje

Imagen
Hoy nos encontramos ante una invitación, un camino que por un lado nos produce cierto miedo, inseguridad, quizás rechazo; pero, por otro, la posibilidad de verdad y vida. El que quiera ganar su vida, la perderá. Ese es el lenguaje de Dios que a menudo nos produce sentimientos encontrados. Una invitación a seguirle con la única certeza de que él está en ese camino, él está con nosotros. Pidamos al Espíritu que nos disponga  y lo haga posible en cada uno, si queremos .

Sin entender

Imagen
En muchos momentos me identifico con los discípulos. Si miro hacia atrás, es mucho ya el tiempo pasado junto a Jesús, muchas las experiencias compartidas. Y sin embargo, parece que yo también sigo sin entenderle, con la sensación de que mi vida y su propuesta parecen caminar a distinto paso. Él me invita a mirar y escuchar la vida a su modo. Es momento de abrir bien ojos y oídos para contemplar y leer de nuevo el diálogo de Jesús y sus discípulos, y poder descubrir que, en los acontecimientos de mi vida él está allí presente conmigo, que mis preocupaciones las puedo vivir de otra forma cuando lo hago a su lado. Permíteme entender, Señor, que estás siempre presente.

Te doy lo que soy

Imagen
María y José van al templo a presentar a Dios lo que más quieren, su hijo Jesús. Hoy es día para presentar a Dios lo que más quiero, aquello que considero más importante de mi vida. Y hacerlo, como María y José, desde el agradecimiento, sabiendo que todo es de Dios y puede disponer de ello como considere. Simeón, se encuentra con un Niño al que reconoce como Mesías y ese encuentro colma de sentido su vida, al reconocer cumplida la promesa de Dios. También Ana, y es que todos tenemos un papel importante en el plan de Dios, independientemente de nuestra edad o de nuestras circunstancias. No perdamos la oportunidad de construir reino.

El que llama

Imagen
Jesús aparece, en el Evangelio de hoy,  como el que llama. El envío al mundo es un regalo y, frente a la constante tentación del individualismo, nos invita a hacerlo junto al hermano. La comunidad es lugar privilegiado para entender la misión que Jesús pide a cada uno. Él nos da fuerza y seguridad y nos invita a que nos abramos al mundo para compartir lo que él nos regala, sabiendo bien lo que pide y espera de cada uno, de nuestra humanidad. Pidamos a María no perder nunca nuestro ardor misionero .