Vivir sin ti

Dios se manifiesta en la vida de cada uno de muy diversas formas. Si queremos reconocerle es necesario que nos acerquemos a él siendo conscientes de nuestra pequeñez y con profundo respeto, si no seremos incapaces de encontrarlo. Los que se acercan a preguntar a Jesús en el pasaje del Evangelio de hoy, no le traen un interrogante vanal. Ante las desgracias que suceden a nuestro alrededor solemos ser muy rápidos en concluir que el mal es una especie de castigo divino. Jesús presenta la imagen verdadera de Dios, un Dios bueno que no puede querer el mal, y nos advierte que no debemos pensar que lo malo que le sucede a alguien sea efecto de las culpas personales de quien las sufre. Jesús sitúa a sus oyentes en la perspectiva de la conversión. Las desgracias, lo negativo que nos ocurre no deben crear en nosotros la necesidad de buscar culpables, mas bien deben ser una ocasión para fortalecer en nosotros el deseo de cambiar de vida, de librarnos de la autosuficien...