Adviento, tiempo de sencllez

Jesús alaba y da gracias al Padre por haber revelado los secretos del Reino a los pequeños. Yes que sólo entran de verdad s en el espíritu del Adviento los sencillos de corazón. No se trata de hacer grandes cosas o de usar elaborados discursos. Sino de abrirse al don de Dios y alegrarse de su salvación. Y esto no lo podremos hacer si estamos llenos de nosotros mismos. Sólo viviremos la verdadera alegría de la Navidad, si vamos aprendiendo a apreciar y agradecer humildemente el amor que Dios nos tiene. Y no nos bastará una alegría exterior, porque en lo profundo de nuestro corazón habremos reconocido la venida del Señor a nuestra historia. En cada Eucaristía lanzamos una mirada hacia el futuro: «mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo». El «ven, Señor Jesús» lo proclamamos muchas veces. Pidamos al Señor, que esta mirada esté llena de esperanza, par...