El profeta nos recuerda en este día, previo a la Semana Santa, el plan de Dios, un plan de salvación y alegría: Dios quiere restaurar a su pueblo haciéndole volver del destierro, quiere unificar a los dos pueblos en uno solo, lo purificará y le perdonará sus faltas, les enviará un pastor único, para que los conduzca por los caminos que Dios quiere, les hará vivir en la tierra prometida,sellará de nuevo con ellos su alianza de paz y pondrá su morada en medio de ellos. No cabe un proyecto mejor En el Evangelio, vemos acercarse el final de la tensión entre Jesús y los judíos. El Sanedrín, reunido, decide deshacerse de Jesús. La Pascua, aunque pasa por la muerte, es anuncio de vida. Dios nos tiene destinados a la vida y a la fiesta. Dios quiere sanar nuestras heridas, desterrar nuestras tristezas, perdonar nuestras faltas, corregir nuestras divisiones. El Señor quiere celebrar una Pascua plena en nosotros, abramos el corazón y dejémonos hacer.